Al
final el día de la cosecha se veía venir, Austin y yo seriamos
tributos, o eso creía él. Sin embargo el trato que hice con Edie
Salamandra lo solucionaría, yo me presentaría a cambio de su
hermana y él a cambio de Austin, por lo tanto, al final, la única
afectada sería yo, y en parte me alegraba.
Así
que allá estábamos, "Primero las señoritas" dijo. "Mary
Salamandra", dijo después de mirarse la primera papeleta. La
niña se cae al suelo, y entonces yo salgo de mis filas, me coloco
justo delante del escenario:
-
Me presento voluntaria como tributo.
Hay
silencio, miro a Austin y veo como se le derrama una lágrima, y la
verdad parece enfadado. Pero después de unas cuantas papeletas sale
mi nombre, obviamente cogen otra papeleta, pero eso sirve para que
Austin vea, que de todas formas yo ya estaba destinada a ir a la
arena.
Llega
el turno de los chicos y no puedo evitar sentirme nerviosa, van
sacando papeletas y cuando solo queda una: "Austin Cartos",
miro a Edie, pero el se limita a esquivar mi mirada, ¿Qué hace?
Teníamos un trato. Se me pasa por la cabeza retirarme, decir que ya
no quiero ser voluntaria, pero pienso que no me lo permitirían, y
que lo único que ganaría sería que mis posibles patrocinadores
crean que soy indecisa, así que lo asumo rápido, a más, de esta
manera conseguiré proteger a Austin en la arena.
Entonces
ocurre un milagro, justo cuando Austin va a subir el primer escalón
se oye:
-
Me presento voluntario.
Primero
pienso que es Edie, pero esta voz es mucho más grave y dura,
entonces le veo, es Ladislao Fontbo, primero me extraño, pero luego
caigo, a mi lado esta Renata Fontbo, su hermana, él no puede ocupar
su lugar, pero puede encargarse de cuidar allá a su hermana. Nunca
me hubiera imaginado a Ladislao así, me pregunto que hubiera pasado
si hubiera hecho el trato con él y no con Edie el cual parecía más
leal. Aunque tal vez lo entienda, si su hermana y él están ya
salvados ¿para qué sacrificarse?
Sea
lo que sea, Ladislao me a ayudado, tal vez no fuera su intención
primaria, pero lo ha hecho.
Como
era de esperar, no nos dejan despedirnos, al igual que en los últimos
juegos.... De todas formas fui previsora y decidí llevarme el
colgante que me regaló mi padre y eso me relaja, ya que tengo mi
símbolo en la arena.
En
la estación nos asignan el distrito al que representaríamos.
Primero me asignan el distrito 8, pero luego me cambian al 4, el cual
me prefiero, porque amo el mar. Ahora el 8 lo representara una tal
Leria, la verdad tiene pinta dura pero leal, me la guardo como
posible aliada en la arena.
Me
dicen que mi mentora será Annie, y me asusto, he oído que está
loca.
Por
la tarde nos encontramos, y no esta loca, el embarazo parece haberla
recuperado.
De
todas maneras, nuestro encuentro no es muy agradable.
-
Hola Annie! La verdad me extraña que hagas de mentora... - digo.
-
No tengo ganas, la verdad. - dice en tono despectivo.
-¿Y
yo sí? Creo que tengo menos ganas que tú, eh, no me gustan los
"juegos". -replico.
-Claro,
porque ahora eres tú la que está en peligro, si fuera al revés,
como ya ha sido, no opinarías igual.
-
¿Y tú que sabes? Para tu información, nunca me han gustado los
juegos. Ni los veía, así que vigila porque soy diferente a tus
ideas sobre el capitolio.
-
No sé... no te conozco, pero tus pintas no ayudan.
-Pues
entonces mejor que lo hagas antes de hacer caso a los estereotipos y
generalizaciones.
-
Venga... no me podrían dar a una repipi.. me ha dado a la replicona.
-
Y a mi la loca, ni te quejes.
-Venga,
vamos a prepararte, por el camino ya nos conoceremos mejor.
A
pesar de eso no parece haber tensión entre nosotras. De hecho, unos
instantes después empezamos a reír, no`por la conversación, ni por
nada en concreto, supongo que reímos para olvidarnos de la situación
en la que nos encontramos. Y me siento bien, reír por reír sienta
bien.
A
la mañana siguiente viene Annie y me levanta:
-Arriba,
Beaty, tenemos mucho de que hablar.
Después
de almorzar deciden arreglarme para dirigirme al distrito 4. Primero
deberé ir un par de días a conocer el distrito que representaré.
El
primer día me despierto con los rayos de luz que penetran por los
pequeños agujeros de la placa de metal que cubren la ventana de la
estancia .
La
habitación es pequeña y muy simple.
Me
dirijo al baño y me lavo la cara con el agua del bol pequeño.
-
En el fondo me alegro de que no seas una repipi.- oigo la voz de
Annie detrás mio, y me tiende la toalla.
-Supongo
que haber pasado la revolución bajo tierra ha hecho dejar las
comodidades a parte. - cojo la toalla y tumbo la cabeza a la derecha
para dar las gracias, pero ella no la tumba hacia la izquierda como
respuesta, no la veía con pintas de mal educada, debo haberla mirado
mal.
-No
serás repipi, pero sigues siendo del capitolio. - nota que no la
entiendo - Aquí decimos "gracias" y "de nada".
-Que
raros - digo sonriendo.
-Tal
vez sois vosotros los raros.
Ambas
reímos.
-Dejemoslo
en diferentes ¿de acuerdo? - me pasa el bañador y me lo pongo,
después me pongo un vestido, no sé si le puede llamar así puesto
que es demasiado sencillo, en el capitolio ver algo así es
imposible, me lo pongo, es tan ligero que noto como si no lo llevara
y se me hace incomodo, pero por otro lado pienso en los
patrocinadores, esta vez están en los distritos, patrocinaran a lo
más parecido a uno de los suyos, a uno valiente, fuerte, ¿Qué
dirán si me ven molesta por un vestido?
Al
llegar a la playa nos encontramos con el primo de Annie, Manzur, que
será el otro mentor del distrito 4. A su lado está Walfredo, un
chico guapísimo, pelirrojo natural, musculoso, alto, con unos ojos
violeta que me recuerda a mi pelo, supongo que a él también lo ve,
porque al verme dice:
-Bonito
pelo.
-Bonitos
ojos. - digo y sonríe.
Hechas
las presentaciones nos enseñan a pescar. En las rocas nos ponemos a
conversar sobre como hemos pasado los últimos meses.
Por
lo visto Walfredo ha perdido a su madre y a su primo, que vivía con
ellos, paso los días solo en el búnker mientras su padre luchaba.
El día de la cosecha se vieron, su padre le dió una piedra redonda
bañada completamente en oro, menos una cruz en el centro.
-¿Significa
algo? - le pregunta Manzur.
-Por
supuesto, es mi familia, la más lujosa del capitolio, por eso el
oro, y la cruz mostrando la piedra demuestra que somos duros. El
elemento vendría siendo "Por mucho oro que tengamos
continuaremos siendo duros como piedras."
Todos
callamos.
-Wow.
- digo yo sin querer, pero estoy realmente asombrada, cosas así
nunca he visto en el capitolio, es una historia que se vería más en
los distritos. - Es una historia increíble viniendo del capitolio.
Con eso lograría muchos patrocinadores, no, Manzur?
-Cierto,
chico, te veo futuro en la arena.
Veo
como Walfredo tumba la cabeza hacia la derecha y Annie me lanza una
mirada cómplice, y ambas reímos.
-¿Qué
pasa? - pregunta él extrañado.
-Verás,
- le explico - en los distritos no hacen ese gesto, simplemente dicen
"gracias".
-¡Que
raros!
-Dejemos
lo en diferentes. - digo mientras guiño un ojo a Annie.
-Ahora
háblanos de ti, Beaty.
-Bueno,
llamaron a mi padre después de la explosión, y no volvió...
murió... Mi madre se suicidó, amaba a mi padre. Y bueno mi hermano
y yo nos refugiamos en el búnker junto a mi novio, su madre y sus
hermanos, también estaba mi mejor amiga. El accidente de los
paracaídas mató a mi hermano , Ayden. - me sabe mal mentir, pero es
lo que hay. - Y bueno supongo que esa es mi historia.
-
¿Y como es que te presentaste voluntaria? - me pregunta Walfredo
-
Bueno, habia hecho un trato con Edie Salamandra, yo sustituía a su
hermana y el a Austin.
-
Pero no fue así, me equivoco?
-
No fue así, cuando llamaron a Austin, Edie se dedicó a girarme la
cara. Por suerte Ladislao Fontbo sí, él va para proteger a Renata
Fontbo.
-Deberías
haceros sus aliados. - comenta Manzur.
-Estoy
de acuerdo, seguro que tendrán muchos paracaídas los hermanos
Fontbo.
-Hablando
de aliados, a mi me interesaría Leria Esmeralda, representante del
distrito 8. - dice Walfredo.
-¿De
qué la conoces? - Preguna Manzur.
-Bueno
es mi mejor amiga... pero es muy leal, y nunca la he visto llorar...
estoy seguro de que a ella también le enviarán paracaídas en
cuanto la conozcan... de verdad...
-A
mi me parece bien. - digo yo, pero no es para defenderle, que
también, sino porque ya me había fijado en ella. - la he visto, y
creo que Walfredo tiene razón.
-Esta
bien... - acepta Annie. - Entonces queremos alianzas con los hermanos
del 12 y la chica del 8 ¿correcto?
-Sí.
-digo yo.
Al
día siguiente hacemos lo mismo, pero esta vez nos enseñan a nadar
correctamente.
Por
la tarde Annie y yo hablamos sobre mi imagen.
-Beaty,
los patrocinadores de los distritos verán estos juegos como un
chiste, y patrocinarán al que parezca más de los suyos, no creerán
que los juegos los ganará una niña repipi de color rosa que aún no
entiende lo que está pasando.
-Lo
sé.
-Tu
imagen no me preocupa, he visto muchos peores, y te adaptas rápido a
las ropas simples. Tu historia, eso lo modificaremos un poco. Que te
presentes voluntaria para salvar a quienes quieres es precioso y esta
bien, pero creo que ganarías más patrocinadores con una historia
como "Desde muy pequeña he seguido de cerca los juegos, a penas
supe que yo podría participar no dudé un segundo en presentarme
voluntaria y ser la primera tributo del capitolio."
-Pero
no es así. ¿Me estas pidiendo que finja ser alguien que no soy?
-Bienvenida
a los juegos, Beaty, no importa quien fueras antes o que serás
después, ahora eres tributo y estas realmente emocionada por tener
el honor de participar en estos juegos, ¿de acuerdo?
-Vale.
Después
nos dirigimos al centro de renovación aunque la verdad, no nos
tendrán que retocar mucho.
El
equipo de preparación es del capitolio, puesto que llevan más años
y saben como llevarlo.
Kasandra,
Kiara y Kevin se presentan como el "equipo k" son buenas
personas, se porque lo hacen, quieren verme sonreír, y lo hago, a
ellos también les debe doler ver a uno de los suyos ir a la arena.
-Kevin
uñas, Kiara pelo, y yo retocaré la cara, por suerte esta vez no
tenemos a ningun oso que depilar. - dice Kasandra, para los tributos
de los distritos habrá sido insoportable, pero conmigo esta siendo
buena.
-¿Quieres
un corte de pelo en concreto, tesoro?- me pregunta Kiara.
Dudo
un momento pero al final respondo.
-La
verdad es que sí, me gustaría cortármelo por encima de los hombros
y ondularmelo. - le pido e inclino la cabeza hacia delante (para
pedir por favor), como es del capitolio lo entiende.
-De
acuerdo, pero a cambio me regalarás toda la melena que te tendré
que cortar.
-Trato
echo - digo y río.
Al
acabar me miro en el espejo, y si quedaba algún rastro de "niña
repipi" lo han borrado completamente.
Antes
de despedirme e irme con la estilista le doy las gracias, pero como
en el capitolio, y ellos me lo devuelven, son pequeños detalles los
que nos unen a las personas, y este es uno de ellos.
Entro
donde esta mi estilista, y apenas la veo me dirijo corriendo a ella:
-¡Beaty!
-¡Tigris!
Tigris
era mi vecina, todas las tardes venia a tomarse un café con mi
madre, y me ayudaba a crear "my own style" . Cuando tubo la
oportunidad de ser estilista le deseamos la mejor de las suerte, y la
echamos mucho de menos, una vez al mes o dos venia o íbamos
nosotras, durante dos meses no vino y fuimos nosotras pero ya no
vivía allá, perdimos el contacto y la dimos por desaparecida.
Cuando
estoy delante de ella me lanzo a abrazarla y me acoge igual que
cuando era pequeña y nos encontrábamos, ese abrazo me recuerda a
épocas color rosa y no puedo evitar derramar una lágrima.
-Ey
tranquila, se que no ayuda pero no puedo evitarlo ¿qué paso con tu
familia? - es Tigris pero no quiero dar detalles.
-Mis
padres murieron. - parece que eso tiene suficiente por lo menos por
parte de mis padres, no necesita los detalles.
-¿Y
Ayden?
Dudo
en decirle la verdad, pero ella me cubrirá.
-No,
él no, solo lo dejamos creer para que su papeleta no saliera en la
cosecha.
-Gracias
al cielo. ¿Con quien esta?
-Con
mi amiga, mi novio y la familia del novio.
-Me
alegro. Vamos a arreglarte para el desfile de tributos.
-Hemos
querido destacar vuestra belleza y cuerpo, músculos en su caso y
curvas en el tuyo. Dicho esto entra vamos a probártelo.
El
vestido eran olas, era realmente increíble, la tela parecía agua, y
las olas estaban en colocadas de forma que marcarán mis curvas
haciéndome más sexy de lo que realmente soy.
-Eso
no es todo, gira muy poco a poco.
Entonces
las olas se movían, yo no me lo podía creer.
-Cuando
vayas a salir gira los más fuerte posible para que duren más.
-
Tigris... esto es...
-Es
perfecto para los patrocinadores. Por cierto, déjame tu collar. - lo
coloca en una tiara lila y me la pone.
No
me pone zapatos, me coloca una plantilla transparente para que no me
haga daño.
Me
pone pulseras de estrellas, peces, caracolas etc.
Bajamos
a encontrarnos con Walfredo y colocarnos en nuestra posición del
desfile.
-Vaya
estás realmente increíble! - me dice
-
Te has visto? Tú sí que lo estás. - le digo
Y
no miento, llevaba unos pantalones ceñidos con estampado de olas y
arriba una camiseta de tirantes echa de arena.
Se
me acerca Annie:
-Recuerda:
estás muy ilusionada.
-Lo
haré.
Se
nos acerca Tigris:
-Beaty
gira, Walfredo salta.
Lo
hacemos y los trajes se activan. Los pantalones de Walfredo hacen
olas que rompen en la orilla que vendría a ser la camiseta. Ambos
estamos deslumbrantes y dispuestos a salir, él con su aspecto duro y
yo con mi "ilusión" entonces arrancamos. Ilusionada,
ilusionada. Pero no puedo con tanto alboroto y no estoy bien cogida,
no aguantaré en pie con este trote. Lanzo una mirada da auxilio a
Walfredo y el manteniéndose firme me agarra un brazo y coloca con
fuerza mi mano en la mini carroza. Se lo agradezco y cada uno sigue
con su papel, saludo entusiasmada mientras él se mantiene firme. Al
llegar al final no somos los más enfocados pero cada vez que lo
hacen me pongo super nerviosa, no se me nota, no tiemblo ni tenia
ningún tic, pero mi estomago se remueve.
Al
acabar subimos a la 4a planta que nos corresponde, durante la cena
todo son piropos hacia Walfredo y hacia mi, aunque la verdad no
presto mucha atención. Antes de ir a dormir Annie me comenta que ya
ha hablado con los mentores de los hermanos Fontbo y que les parece
bien, y Walfredo también ha hablado con Leria.
A
la mañana siguiente nos avisan de cuanto más solos estemos en el
entrenamiento, mejor.
Durante
los entrenamientos hago caso, y no me cuesta, todos los tributos se
fijan en espadas, lanzas, e incluso, tridentes. Son armas que nunca
habrán visto y que creen que son más buenas, sin embargo yo me
dedico a mirar mazos y lanzadores de dardos varios.
-Eres
buena con el mazo. - oigo detrás mío a una chica, a Leria,
representante del 8.
-Que
va, si se me resbala un millón de veces. - digo, no quiero que nadie
conozca mis puntos fuertes Entonces ella coge una flecha y da en el
centro. Un cuchillo y da en el centro.
Pero
no mira el lanzador de dardos. Mejor, ya que creo que mis puntos
fuertes son el dardo y el mazo, según la distancia. Ella es buena en
cuchillos y flechas. Es buena en la mayoría de armas. Cada vez me
alegro más de haberla fichado como aliada.
Por
las noches oigo como Walfredo se va. Seguro va a entrenar más, pero
si no le han pillado no seré yo quien le delate, esta claro.
Durante
la tarde Annie y yo nos tragamos todos los juegos del hambre, cosa
que odio, pero se supone que soy la fan #1 y debo estar enterada.
El
día de la avaluación decido utilizar los dardos, pero no veo que
parezcán muy satisfechos, pero tampoco quiero que vean como hago
funcionar el mazo. Así que me arriesgo y cojo una lanza, nomás la
he cogido un par de veces en el entrenamiento, pero no se me daba del
todo mal. A toda rapideza mientras corro lanzó una que da en un
punto, y sin dejar de correr lanzo las otras dos seguidas, una da
justo al lado pero la otra cae directa al suelo.
-Puede
retirarse. - dice no muy convencido, pero yo lo hago puesto que
siento que voy a llorar. Subo a mi piso y me encierro a llorar. Al
momento Annie empieza a aporrear la puerta y yo simplemente la
ignoro. Lloro hasta quedar dormida. Nadie viene a molestarme hasta la
mañana siguiente. Cuando salgo a desayunar las palabras me salen
solas:
-¿Qué
he sacado?
Manzur
me pasa una lista y no dudo en mirar mi puntuación. La sorpresa que
me llevo es descomunal. Un 8.
-Esto
no... - trago saliva. - No puede ser, se me cayó la lanza.
-Tienen
en cuenta que venís del capitolio.- me explica Annie - Felicidades.
Sigo
mirando las de mis aliados. Walfredo y Ladislao tienen 10, Renata
tiene un 7, es increíble puesto que apenas debe tener 12 o 13 años.
Sin embargo Leria tiene un 3. No me lo creo, es buenísima. Trago
saliva, no puede ser.
-Por
cierto en cuanto a Leria...- comenta Manzur como si me leyera la
mente. - no sé en que estabais pensando.
Miro
a Walfredo en busca de apoyo, pero se le ve más perdido que a mí.
Tal vez fue un pequeño error, pero acabamos de perder patrocinadores
suyos.
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Crítcas constructiva, no destructivas, gracias =)