3: Diferentes

Al final el día de la cosecha se veía venir, Austin y yo seriamos tributos, o eso creía él. Sin embargo el trato que hice con Edie Salamandra lo solucionaría, yo me presentaría a cambio de su hermana y él a cambio de Austin, por lo tanto, al final, la única afectada sería yo, y en parte me alegraba.
Así que allá estábamos, "Primero las señoritas" dijo. "Mary Salamandra", dijo después de mirarse la primera papeleta. La niña se cae al suelo, y entonces yo salgo de mis filas, me coloco justo delante del escenario:
- Me presento voluntaria como tributo.
Hay silencio, miro a Austin y veo como se le derrama una lágrima, y la verdad parece enfadado. Pero después de unas cuantas papeletas sale mi nombre, obviamente cogen otra papeleta, pero eso sirve para que Austin vea, que de todas formas yo ya estaba destinada a ir a la arena.
Llega el turno de los chicos y no puedo evitar sentirme nerviosa, van sacando papeletas y cuando solo queda una: "Austin Cartos", miro a Edie, pero el se limita a esquivar mi mirada, ¿Qué hace? Teníamos un trato. Se me pasa por la cabeza retirarme, decir que ya no quiero ser voluntaria, pero pienso que no me lo permitirían, y que lo único que ganaría sería que mis posibles patrocinadores crean que soy indecisa, así que lo asumo rápido, a más, de esta manera conseguiré proteger a Austin en la arena.
Entonces ocurre un milagro, justo cuando Austin va a subir el primer escalón se oye:
- Me presento voluntario.
Primero pienso que es Edie, pero esta voz es mucho más grave y dura, entonces le veo, es Ladislao Fontbo, primero me extraño, pero luego caigo, a mi lado esta Renata Fontbo, su hermana, él no puede ocupar su lugar, pero puede encargarse de cuidar allá a su hermana. Nunca me hubiera imaginado a Ladislao así, me pregunto que hubiera pasado si hubiera hecho el trato con él y no con Edie el cual parecía más leal. Aunque tal vez lo entienda, si su hermana y él están ya salvados ¿para qué sacrificarse?
Sea lo que sea, Ladislao me a ayudado, tal vez no fuera su intención primaria, pero lo ha hecho.
Como era de esperar, no nos dejan despedirnos, al igual que en los últimos juegos.... De todas formas fui previsora y decidí llevarme el colgante que me regaló mi padre y eso me relaja, ya que tengo mi símbolo en la arena.

En la estación nos asignan el distrito al que representaríamos. Primero me asignan el distrito 8, pero luego me cambian al 4, el cual me prefiero, porque amo el mar. Ahora el 8 lo representara una tal Leria, la verdad tiene pinta dura pero leal, me la guardo como posible aliada en la arena.
Me dicen que mi mentora será Annie, y me asusto, he oído que está loca.

Por la tarde nos encontramos, y no esta loca, el embarazo parece haberla recuperado.
De todas maneras, nuestro encuentro no es muy agradable.
- Hola Annie! La verdad me extraña que hagas de mentora... - digo.
- No tengo ganas, la verdad. - dice en tono despectivo.
-¿Y yo sí? Creo que tengo menos ganas que tú, eh, no me gustan los "juegos". -replico.

-Claro, porque ahora eres tú la que está en peligro, si fuera al revés, como ya ha sido, no opinarías igual.
- ¿Y tú que sabes? Para tu información, nunca me han gustado los juegos. Ni los veía, así que vigila porque soy diferente a tus ideas sobre el capitolio.
- No sé... no te conozco, pero tus pintas no ayudan.
-Pues entonces mejor que lo hagas antes de hacer caso a los estereotipos y generalizaciones.
- Venga... no me podrían dar a una repipi.. me ha dado a la replicona.
- Y a mi la loca, ni te quejes.
-Venga, vamos a prepararte, por el camino ya nos conoceremos mejor.
A pesar de eso no parece haber tensión entre nosotras. De hecho, unos instantes después empezamos a reír, no`por la conversación, ni por nada en concreto, supongo que reímos para olvidarnos de la situación en la que nos encontramos. Y me siento bien, reír por reír sienta bien.
A la mañana siguiente viene Annie y me levanta:
-Arriba, Beaty, tenemos mucho de que hablar.
Después de almorzar deciden arreglarme para dirigirme al distrito 4. Primero deberé ir un par de días a conocer el distrito que representaré.
El primer día me despierto con los rayos de luz que penetran por los pequeños agujeros de la placa de metal que cubren la ventana de la estancia .
La habitación es pequeña y muy simple.
Me dirijo al baño y me lavo la cara con el agua del bol pequeño.
- En el fondo me alegro de que no seas una repipi.- oigo la voz de Annie detrás mio, y me tiende la toalla.
-Supongo que haber pasado la revolución bajo tierra ha hecho dejar las comodidades a parte. - cojo la toalla y tumbo la cabeza a la derecha para dar las gracias, pero ella no la tumba hacia la izquierda como respuesta, no la veía con pintas de mal educada, debo haberla mirado mal.
-No serás repipi, pero sigues siendo del capitolio. - nota que no la entiendo - Aquí decimos "gracias" y "de nada".
-Que raros - digo sonriendo.
-Tal vez sois vosotros los raros.
Ambas reímos.
-Dejemoslo en diferentes ¿de acuerdo? - me pasa el bañador y me lo pongo, después me pongo un vestido, no sé si le puede llamar así puesto que es demasiado sencillo, en el capitolio ver algo así es imposible, me lo pongo, es tan ligero que noto como si no lo llevara y se me hace incomodo, pero por otro lado pienso en los patrocinadores, esta vez están en los distritos, patrocinaran a lo más parecido a uno de los suyos, a uno valiente, fuerte, ¿Qué dirán si me ven molesta por un vestido?

Al llegar a la playa nos encontramos con el primo de Annie, Manzur, que será el otro mentor del distrito 4. A su lado está Walfredo, un chico guapísimo, pelirrojo natural, musculoso, alto, con unos ojos violeta que me recuerda a mi pelo, supongo que a él también lo ve, porque al verme dice:
-Bonito pelo.
-Bonitos ojos. - digo y sonríe.
Hechas las presentaciones nos enseñan a pescar. En las rocas nos ponemos a conversar sobre como hemos pasado los últimos meses.
Por lo visto Walfredo ha perdido a su madre y a su primo, que vivía con ellos, paso los días solo en el búnker mientras su padre luchaba. El día de la cosecha se vieron, su padre le dió una piedra redonda bañada completamente en oro, menos una cruz en el centro.
-¿Significa algo? - le pregunta Manzur.
-Por supuesto, es mi familia, la más lujosa del capitolio, por eso el oro, y la cruz mostrando la piedra demuestra que somos duros. El elemento vendría siendo "Por mucho oro que tengamos continuaremos siendo duros como piedras."
Todos callamos.
-Wow. - digo yo sin querer, pero estoy realmente asombrada, cosas así nunca he visto en el capitolio, es una historia que se vería más en los distritos. - Es una historia increíble viniendo del capitolio. Con eso lograría muchos patrocinadores, no, Manzur?
-Cierto, chico, te veo futuro en la arena.
Veo como Walfredo tumba la cabeza hacia la derecha y Annie me lanza una mirada cómplice, y ambas reímos.
-¿Qué pasa? - pregunta él extrañado.
-Verás, - le explico - en los distritos no hacen ese gesto, simplemente dicen "gracias".
-¡Que raros!
-Dejemos lo en diferentes. - digo mientras guiño un ojo a Annie.
-Ahora háblanos de ti, Beaty.
-Bueno, llamaron a mi padre después de la explosión, y no volvió... murió... Mi madre se suicidó, amaba a mi padre. Y bueno mi hermano y yo nos refugiamos en el búnker junto a mi novio, su madre y sus hermanos, también estaba mi mejor amiga. El accidente de los paracaídas mató a mi hermano , Ayden. - me sabe mal mentir, pero es lo que hay. - Y bueno supongo que esa es mi historia.
- ¿Y como es que te presentaste voluntaria? - me pregunta Walfredo
- Bueno, habia hecho un trato con Edie Salamandra, yo sustituía a su hermana y el a Austin.
- Pero no fue así, me equivoco?
- No fue así, cuando llamaron a Austin, Edie se dedicó a girarme la cara. Por suerte Ladislao Fontbo sí, él va para proteger a Renata Fontbo.
-Deberías haceros sus aliados. - comenta Manzur.
-Estoy de acuerdo, seguro que tendrán muchos paracaídas los hermanos Fontbo.
-Hablando de aliados, a mi me interesaría Leria Esmeralda, representante del distrito 8. - dice Walfredo.
-¿De qué la conoces? - Preguna Manzur.
-Bueno es mi mejor amiga... pero es muy leal, y nunca la he visto llorar... estoy seguro de que a ella también le enviarán paracaídas en cuanto la conozcan... de verdad...
-A mi me parece bien. - digo yo, pero no es para defenderle, que también, sino porque ya me había fijado en ella. - la he visto, y creo que Walfredo tiene razón.
-Esta bien... - acepta Annie. - Entonces queremos alianzas con los hermanos del 12 y la chica del 8 ¿correcto?
-Sí. -digo yo.
Al día siguiente hacemos lo mismo, pero esta vez nos enseñan a nadar correctamente.
Por la tarde Annie y yo hablamos sobre mi imagen.
-Beaty, los patrocinadores de los distritos verán estos juegos como un chiste, y patrocinarán al que parezca más de los suyos, no creerán que los juegos los ganará una niña repipi de color rosa que aún no entiende lo que está pasando.
-Lo sé.
-Tu imagen no me preocupa, he visto muchos peores, y te adaptas rápido a las ropas simples. Tu historia, eso lo modificaremos un poco. Que te presentes voluntaria para salvar a quienes quieres es precioso y esta bien, pero creo que ganarías más patrocinadores con una historia como "Desde muy pequeña he seguido de cerca los juegos, a penas supe que yo podría participar no dudé un segundo en presentarme voluntaria y ser la primera tributo del capitolio."
-Pero no es así. ¿Me estas pidiendo que finja ser alguien que no soy?
-Bienvenida a los juegos, Beaty, no importa quien fueras antes o que serás después, ahora eres tributo y estas realmente emocionada por tener el honor de participar en estos juegos, ¿de acuerdo?
-Vale.
Después nos dirigimos al centro de renovación aunque la verdad, no nos tendrán que retocar mucho.
El equipo de preparación es del capitolio, puesto que llevan más años y saben como llevarlo.
Kasandra, Kiara y Kevin se presentan como el "equipo k" son buenas personas, se porque lo hacen, quieren verme sonreír, y lo hago, a ellos también les debe doler ver a uno de los suyos ir a la arena.
-Kevin uñas, Kiara pelo, y yo retocaré la cara, por suerte esta vez no tenemos a ningun oso que depilar. - dice Kasandra, para los tributos de los distritos habrá sido insoportable, pero conmigo esta siendo buena.
-¿Quieres un corte de pelo en concreto, tesoro?- me pregunta Kiara.
Dudo un momento pero al final respondo.
-La verdad es que sí, me gustaría cortármelo por encima de los hombros y ondularmelo. - le pido e inclino la cabeza hacia delante (para pedir por favor), como es del capitolio lo entiende.
-De acuerdo, pero a cambio me regalarás toda la melena que te tendré que cortar.
-Trato echo - digo y río.
Al acabar me miro en el espejo, y si quedaba algún rastro de "niña repipi" lo han borrado completamente.
Antes de despedirme e irme con la estilista le doy las gracias, pero como en el capitolio, y ellos me lo devuelven, son pequeños detalles los que nos unen a las personas, y este es uno de ellos.
Entro donde esta mi estilista, y apenas la veo me dirijo corriendo a ella:
-¡Beaty!
-¡Tigris!
Tigris era mi vecina, todas las tardes venia a tomarse un café con mi madre, y me ayudaba a crear "my own style" . Cuando tubo la oportunidad de ser estilista le deseamos la mejor de las suerte, y la echamos mucho de menos, una vez al mes o dos venia o íbamos nosotras, durante dos meses no vino y fuimos nosotras pero ya no vivía allá, perdimos el contacto y la dimos por desaparecida.
Cuando estoy delante de ella me lanzo a abrazarla y me acoge igual que cuando era pequeña y nos encontrábamos, ese abrazo me recuerda a épocas color rosa y no puedo evitar derramar una lágrima.
-Ey tranquila, se que no ayuda pero no puedo evitarlo ¿qué paso con tu familia? - es Tigris pero no quiero dar detalles.
-Mis padres murieron. - parece que eso tiene suficiente por lo menos por parte de mis padres, no necesita los detalles.
-¿Y Ayden?
Dudo en decirle la verdad, pero ella me cubrirá.
-No, él no, solo lo dejamos creer para que su papeleta no saliera en la cosecha.
-Gracias al cielo. ¿Con quien esta?
-Con mi amiga, mi novio y la familia del novio.
-Me alegro. Vamos a arreglarte para el desfile de tributos.
-Hemos querido destacar vuestra belleza y cuerpo, músculos en su caso y curvas en el tuyo. Dicho esto entra vamos a probártelo.
El vestido eran olas, era realmente increíble, la tela parecía agua, y las olas estaban en colocadas de forma que marcarán mis curvas haciéndome más sexy de lo que realmente soy.
-Eso no es todo, gira muy poco a poco.
Entonces las olas se movían, yo no me lo podía creer.
-Cuando vayas a salir gira los más fuerte posible para que duren más.
- Tigris... esto es...
-Es perfecto para los patrocinadores. Por cierto, déjame tu collar. - lo coloca en una tiara lila y me la pone.
No me pone zapatos, me coloca una plantilla transparente para que no me haga daño.
Me pone pulseras de estrellas, peces, caracolas etc.
Bajamos a encontrarnos con Walfredo y colocarnos en nuestra posición del desfile.
-Vaya estás realmente increíble! - me dice
- Te has visto? Tú sí que lo estás. - le digo
Y no miento, llevaba unos pantalones ceñidos con estampado de olas y arriba una camiseta de tirantes echa de arena.
Se me acerca Annie:
-Recuerda: estás muy ilusionada.
-Lo haré.
Se nos acerca Tigris:
-Beaty gira, Walfredo salta.
Lo hacemos y los trajes se activan. Los pantalones de Walfredo hacen olas que rompen en la orilla que vendría a ser la camiseta. Ambos estamos deslumbrantes y dispuestos a salir, él con su aspecto duro y yo con mi "ilusión" entonces arrancamos. Ilusionada, ilusionada. Pero no puedo con tanto alboroto y no estoy bien cogida, no aguantaré en pie con este trote. Lanzo una mirada da auxilio a Walfredo y el manteniéndose firme me agarra un brazo y coloca con fuerza mi mano en la mini carroza. Se lo agradezco y cada uno sigue con su papel, saludo entusiasmada mientras él se mantiene firme. Al llegar al final no somos los más enfocados pero cada vez que lo hacen me pongo super nerviosa, no se me nota, no tiemblo ni tenia ningún tic, pero mi estomago se remueve.
Al acabar subimos a la 4a planta que nos corresponde, durante la cena todo son piropos hacia Walfredo y hacia mi, aunque la verdad no presto mucha atención. Antes de ir a dormir Annie me comenta que ya ha hablado con los mentores de los hermanos Fontbo y que les parece bien, y Walfredo también ha hablado con Leria.
A la mañana siguiente nos avisan de cuanto más solos estemos en el entrenamiento, mejor.

Durante los entrenamientos hago caso, y no me cuesta, todos los tributos se fijan en espadas, lanzas, e incluso, tridentes. Son armas que nunca habrán visto y que creen que son más buenas, sin embargo yo me dedico a mirar mazos y lanzadores de dardos varios.
-Eres buena con el mazo. - oigo detrás mío a una chica, a Leria, representante del 8.
-Que va, si se me resbala un millón de veces. - digo, no quiero que nadie conozca mis puntos fuertes Entonces ella coge una flecha y da en el centro. Un cuchillo y da en el centro.
Pero no mira el lanzador de dardos. Mejor, ya que creo que mis puntos fuertes son el dardo y el mazo, según la distancia. Ella es buena en cuchillos y flechas. Es buena en la mayoría de armas. Cada vez me alegro más de haberla fichado como aliada.
Por las noches oigo como Walfredo se va. Seguro va a entrenar más, pero si no le han pillado no seré yo quien le delate, esta claro.
Durante la tarde Annie y yo nos tragamos todos los juegos del hambre, cosa que odio, pero se supone que soy la fan #1 y debo estar enterada.
El día de la avaluación decido utilizar los dardos, pero no veo que parezcán muy satisfechos, pero tampoco quiero que vean como hago funcionar el mazo. Así que me arriesgo y cojo una lanza, nomás la he cogido un par de veces en el entrenamiento, pero no se me daba del todo mal. A toda rapideza mientras corro lanzó una que da en un punto, y sin dejar de correr lanzo las otras dos seguidas, una da justo al lado pero la otra cae directa al suelo.
-Puede retirarse. - dice no muy convencido, pero yo lo hago puesto que siento que voy a llorar. Subo a mi piso y me encierro a llorar. Al momento Annie empieza a aporrear la puerta y yo simplemente la ignoro. Lloro hasta quedar dormida. Nadie viene a molestarme hasta la mañana siguiente. Cuando salgo a desayunar las palabras me salen solas:
-¿Qué he sacado?
Manzur me pasa una lista y no dudo en mirar mi puntuación. La sorpresa que me llevo es descomunal. Un 8.
-Esto no... - trago saliva. - No puede ser, se me cayó la lanza.
-Tienen en cuenta que venís del capitolio.- me explica Annie - Felicidades.
Sigo mirando las de mis aliados. Walfredo y Ladislao tienen 10, Renata tiene un 7, es increíble puesto que apenas debe tener 12 o 13 años. Sin embargo Leria tiene un 3. No me lo creo, es buenísima. Trago saliva, no puede ser.
-Por cierto en cuanto a Leria...- comenta Manzur como si me leyera la mente. - no sé en que estabais pensando.

Miro a Walfredo en busca de apoyo, pero se le ve más perdido que a mí. Tal vez fue un pequeño error, pero acabamos de perder patrocinadores suyos.

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